[No son ustedes los que me han elegido, soy yo quien los ha elegido.] Sábado de la IV Semana de Pascua
Sábado de la IV Semana de Pascua
EVANGELIO
[No son ustedes los
que me han elegido, soy yo quien los ha elegido.]
Del santo Evangelio
según san Juan 15, 9-17
En aquel tiempo, Jesús dijo a sus discípulos:
"Como el Padre me ama, así los amo yo. Permanezcan en mi amor. Si cumplen
mis mandamientos, permanecen en mi amor; lo mismo que yo cumplo los
mandamientos de mi Padre y permanezco en su amor. Les he dicho esto para que mi
alegría esté en ustedes y su alegría sea plena. Este es mi mandamiento: que se
amen los unos a los otros como yo los he amado. Nadie tiene amor más grande a
sus amigos, que el que da la vida por ellos. Ustedes son mis amigos, si hacen
lo que yo les mando. Ya no los llamo siervos, porque el siervo no sabe lo que
hace su amo; a ustedes los llamo amigos, porque les he dado a conocer todo lo
que le he oído a mi Padre. No son ustedes los que me han elegido, soy yo quien
los ha elegido y los ha destinado para que vayan y den fruto y su fruto
permanezca, de modo que el Padre les conceda cuanto le pidan en mi nombre. Esto
es lo que les mando: que se amen los unos a los otros".
Palabra del
Señor.
REFLEXIÓN
Jn 14, 7-14
Jesús nos refleja la gloria del Padre, en él encontramos todo el amor y la luz
del Padre Dios. Pero Jesús nos promete aquí algo desconcertante. Dice que los
creyentes harán obras mayores que las que hizo él. ¿Cómo podemos entender esta
promesa? ¿Acaso todos los creyentes podemos hacer algo más grande que resucitar
muertos y curar ciegos? En realidad no, porque cuando el evangelio de Juan usa
la palabra "mayores" se refiere a cosas de un nivel superior. ¿Pero
qué sería un nivel superior que resucitar a un muerto? Hay algo superior a eso:
comunicar a los demás algo sobrenatural. Porque la resurrección de Lázaro fue
devolverle la vida física, natural; pero cuando una persona abre su corazón a
Dios y recibe su gracia y su luz, entonces entra en otra dimensión, en la vida
sobrenatural, en una vida que vale mucho más que la vida física y natural. De
hecho, veamos que Jesús antes de su resurrección logró muy poco, porque pocos
creyeron realmente en él, y lo abandonaron en la cruz. En cambio, luego de su
resurrección la fe cristiana creció de una manera admirable, una multitud abrió
el corazón a Jesús en poco tiempo. Por lo tanto, cuando Jesús antes de morir
promete que los creyentes harán obras mayores que las que él hizo, está
diciendo que los creyentes unidos a él, a partir de su resurrección lograrían
difundir la fe y el amor de una manera admirable, pero no por su propio poder,
sino por el poder de Cristo resucitado actuando a través de ellos. ¿Somos
capaces de dejarnos tomar por Jesús resucitado para hacer esas obras
superiores, o nos conformamos con poco? Oración: "Señor, no quisiera
encerrarme en una vida mediocre, sin fecundidad. Quisiera lograr algo
maravilloso, algo grande con las fuerzas que me diste. Y tú me enseñaste que lo
más grande que puedo hacer es llevarte a los demás, para que ellos te conozcan
y te amen. Tómame con tu poder para cambiar el corazón de los que te
rechazan".
“Que el Señor te acompañe en este día
y te llene de bendiciones”
El Señor a Resucitado Aleluya Aleluya
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