"Este fue el primero de los signos de Jesús, y lo hizo en Caná de Galilea" Domingo II Tiempo Ordinario Ciclo C
Domingo II Tiempo Ordinario Ciclo C
EVANGELIO
Este fue el primero de los signos de Jesús, y lo hizo en
Caná de Galilea
Lectura del santo Evangelio según san Juan 2, 1-11
Se celebraron
unas bodas en Caná de Galilea, y la madre de Jesús estaba allí. Jesús también
fue invitado con sus discípulos. Y como faltaba vino, la madre de Jesús le
dijo: No tienen vino. Jesús le respondió: Mujer, ¿qué tenemos que ver nosotros?
Mi hora no ha llegado todavía. Pero su madre dijo a los sirvientes: Hagan todo
lo que él les diga. Había allí seis tinajas de piedra destinadas a los ritos de
purificación de los judíos, que contenían unos cien litros cada una. Jesús dijo
a los sirvientes: Llenen de agua estas tinajas. Y las llenaron hasta el borde. Saquen
ahora, agregó Jesús, y lleven al encargado del banquete. Así lo hicieron. El
encargado probó el agua cambiada en vino y como ignoraba su o rigen, aunque lo
sabían los sirvientes que habían sacado el agua, llamó al esposo y le dijo: Siempre
se sirve primero el buen vino y cuando todos han bebido bien, se trae el de
inferior calidad. Tú, en cambio, has guardado el buen vino hasta este momento.
Este fue el primero de los signos de Jesús, y lo hizo en Caná de Galilea. Así
manifestó su gloria, y sus discípulos creyeron en él.
Palabra del Señor.
REFLEXIÓN
Este episodio
de la boda de Caná abre una sección del evangelio donde Se narran los signos
más maravillosos que Jesús realizó. Esta sección terminará en el capítulo 12,
donde se muestra la incredulidad de aquellos que viendo tantas señales
rechazaron a Jesús (12, 37). Se destaca aquí la intervención de la Madre del
Señor que intercede indicando a Jesús que se acabó el vino. A pesar del
aparente reproche de Jesús, él escuchó la súplica de María, resolvió el
problema de los novios que se habían quedado sin vino para ofrecer, y así
"manifestó su gloria y creyeron en él sus discípulos". Esto indica
que la intervención de María tuvo finalmente un efecto positivo. Cuando Jesús
explica a María que todavía no ha llegado su hora, se refiere a la cruz, donde
María deberá ejercer una función destacada (Jn 19, 25-27), mucho más importante
que interceder por los novios que no tienen vino. Junto a la cruz ella será la
Madre de una nueva humanidad, redimida por Jesús; junto a la cruz ella aportará
el aspecto femenino de la nueva creación, porque del costado abierto de Jesús
nace una humanidad purificada, fortalecida, allí brotan las fuentes que nos
pueden hacer renacer para una vida eterna. Y en todo nacimiento hay una madre.
Ella no es la redentora, pero es la que Jesús, el único salvador, ha querido
regalarnos como madre, para que nos acompañe con su fuerza materna y se
compadezca de cada uno de nosotros como mostró su compasión en las bodas de
Caná. Ella es la primera redimida por su propio hijo, porque él la preparó con
su poder divino para acompañarlo siempre en su obra redentora, desde que fue
engendrado hasta que entregó su sangre por nosotros. Oración: "Te doy
gracias María por tu presencia de Madre, atenta a mis necesidades y problemas.
Te ruego hoy que hagas presente ante Jesús lo que más me preocupa, y consigas
de su misericordia lo que más necesita mi corazón".
“Que el Señor
te acompañe en este día y te llene de bendiciones”
Feliz y
bendecido domingo del Señor!!!
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